Te huelo y me hueles, te recorro con los ojos, mientras tú me observas detenidamente, como si está fuera la primera vez que nos topamos en la vida. Me dices palabras sueltas, evaluando qué tanto te recuerdo, antes de decir lo que verdaderamente quieres y develar por completo tu deseo. Te escucho sin responderte, sin hacer expresión alguna que delate lo que pienso, fingiendo que es nada lo que siento.
Pero sé, que en mis ojos crece un brillo audaz y me es inevitable empezar a salivar, es evidente que te he reconocido recuerdo todo matando estrangulando eliminando mi sentidos. Finalmente, nos miramos a los ojos y dejamos de fingir que no hemos sido cómplices en el pasado.
Caminas alrededor mío, mientras saco mis propias esferas y al jugarlas, siento como se reactivan las sensaciones en mi mano, desatándome algo incendiario. Respiro profundamente y al percibirte tan cerca, crecen mis dudas y oscilo entre la curiosidad y la prudencia. Cierro los ojo para ver si encuentro la respuesta en la sensación de tu presencia y percibo tu sonrisa aún sin verla………….
El Blog Del Dolor 